Preparar la piel para el verano
Exfoliando nuestra piel regularmente se previene el envejecimiento cutáneo, se activa la circulación sanguínea; además, se desintoxica la epidermis eliminando las células muertas. Por otra parte, eliminar esa capa de células e impurezas permite una mejor oxigenación de las células y proporciona inmediatamente una piel suave.
También conviene recordar que la exfoliación es imprescindible para igualar el tono de la piel y luchar contra la inevitable descamación que se produce cuando el bronceado desaparece.
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