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viernes, 21 de agosto de 2009

La alegria del buen comer


¿Nos da felicidad lo que comemos ?
¿Nuestro cuerpo se siente a gusto luego de comer ?

Estas reflexiones básicas pueden ser una buena guía a la hora de elegir nuestros alimentos. Muchas veces entendemos que disfrutamos lo que comemos pero luego nos sentimos hinchados y pesados. Si esto sucede, he aquí unas simples pautas de alimentación:

La combinación racional de los distintos nutrientes: para la correcta digestión de los distintos alimentos (hidratos de carbono, grasas y proteínas) se necesitan distintas enzimas las cuales van a actuar a distintos PH, es decir el tenor de acidez o alcalinidad. Por lo tanto si mezclamos dichos alimentos entre sí, las enzimas se inhibirán y la consecuencia será una mala digestión y asimilación de los nutrientes.
Como regla general no combinar Hidratos de carbono ( papa, batata, arroz, fideos, pan, etc.) con Proteínas ( carnes, lácteos y quesos de distintos tipos ), pero cada uno de estos dos grupos es compatible con verduras ( crudas o cocidas ).

Elegir productos orgánicos: esto ayudará a evitar la ingesta de pesticidas, agroquímicos, hormonas y antibióticos por la contaminación o agregado a los alimentos.
Optar por productos de estación: ya que la naturaleza es sabia y nos brinda alimentos según el ciclo estacional, podemos evitar los alimentos que no son de la época y que conlleven a ingerir conservantes, enlatados y elementos manipulados geneticamente.
Moderación en el consumo de carnes rojas: es bien sabido que el exceso de grasas animales, fundamentalmente vacuna, aumenta el colesterol malo con el consiguiente riesgo cardiovascular.

Evitar los alimentos nocivos: las margarinas, los edulcorantes artificiales y las gaseosas.
Este grupo de productos son perniciosos para la salud ya que en el primer caso son grasas hidrogenadas que producen un estado de hiperacidez en el organismo. En lo que respecta a los edulcorantes son muy nocivos y algunos resultan en la formación de sustancias altamente tóxicas. Las gaseosas “colas” alteran algunas funciones hormonales que derivan en perjuicio de la diuresis y que a su vez son excitantes del sistema nervioso central.

Como ha dicho un gran filósofo: - “Que nuestros alimentos sean nuestras medicinas”-

Dr. Fabián Volpe Ponce

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